Vemos que las personas pescan con arcos y flechas, con lanzas y hasta sumergiéndose en el agua con una cola portátil que hace las veces de patas de rana.
Pero en el centro vemos un séptimo Choham. Mientras las personas 'comunes' se ufanan en tareas triviales, el Choham, en estado contemplativo, es el único que está en condiciones de percibir la grandeza y sabiduría del lugar donde se encuentra y está capacitado para recibir mensajes del plano espiritual.
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