Como se ve, ellos tienen clara evidencia no sólo del Juicio después de la muerte sino de la doble posibilidad de ascenso y caída.
Esta imagen no es agradable, es dura. Y lo es porque la situación del hombre en la vida, en este paraíso natural no obstante infierno humano, es dura, exigente, sin indulgencias.
¿La vida es una prueba? Es una prueba de valor. No es una simple prueba para superar obstáculos y dificultades. Es una prueba de elevación del alma, del nivel del alma. Es una prueba de ascenso del punto de vista, del plano de mira. Y se dice que si no se lo consigue entonces empieza todo otra vez, con disgustos, dolores, angustias, humillaciones y abandonos.
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